Tiene toda la pinta de que el exministro Ábalos tiene sus días políticos contados. Hombre, no vamos a decir que es un “cadáver moral”, como calificó el régimen de Putin al soldado ruso desertor que hace poco fue asesinado en Alicante, pero es evidente que el Gobierno de Sánchez y el PSOE le están mostrando la puerta de salida a cuenta del caso Koldo, denominación que abre las carnes. Ábalos no está acusado (aún) de nada pero el propio Sánchez asume la realidad y dice que será “implacable” contra la corrupción y actuará “caiga quien caiga”. Y es que él siempre cae de pie.