El 8 de septiembre es pródigo en tradiciones, algunas peculiares. Está, por ejemplo, el Alarde de Hondarribia, o los Alardes, un conflicto sangrante bien avanzado el siglo XXI. Está también instaurada ese día la esperada homilía del arzobispo de Oviedo en Covadonga. Es el día en el que Sanz Montes se tira al monte. Ayer no llegó a agarrarse sus masculinos atributos en plena misa, pero, cual Rubiales, cuestionó la “leyenda del beso” y arremetió contra el feminismo. Y contra la Agenda 2030. Y contra el aborto. Y contra la eutanasia. Y contra los políticos que “rompen la convivencia”. Señor, deja de darme tanta paciencia...