Hace unas fechas se celebró el día internacional de la radio, un recuerdo y homenaje a los profesionales de este humilde medio y a los millonarios consumidores agradecidos de este mecanismo de comunicación que pegó salto de gigante al desarrollar los transistores y hacer posible que la radio llegase a los rincones del mundo. El mundo de la comunicación es complejo, versátil y dinámico, dispuesto al cambio y abierto a las innovaciones. A lo largo de cien años, la radio ha alcanzado cotas de avance físico, aportando los descubrimientos del laboratorio al uso cotidiano de los ciudadanos. La radio ha sabido adaptarse a los cambios y a la invención humana en pos de un progreso técnico substancial. La transmisión física de ondas radiofónicas es la base del modo de funcionar la onda corta, media, larga y el prodigioso mundo de la radio digital. El desarrollo de la informática en los procesos operativos de producción radiofónica ha supuesto un avance mediático de primer orden. A ello hay que añadir el avance de las telecomunicaciones. Las emisoras están expandidas por los cinco continentes y la imaginación e inteligencia humanas han construido múltiples modos de contar la realidad, haciendo de la voz el mecanismo clave para conectar a millones de seres humanos. Las radios presentan un escaparate de fórmulas y productos radiofónicos para informar, formar y entretener en un diario conectar con sus audiencias. En tiempos pasados se habló de la amenaza de desaparición de la onda media, hoy del combate digital, o del agotamiento de la fórmula generalista. Reto que el medio sonoro afrontará en el horizonte de la nueva radio y las posibilidades comunicativas de lo digital. En cualquier caso, en el principio fue la voz.