BILBAO rindió ayer homenaje a las mujeres represaliadas por el franquismo. Más de 1.500 bilbainas fueron encarceladas entre 1937 y 1942. No por la guerra, no en el curso de la contienda. Era pura represión, persecución ideológica, venganza, escarmiento. A lo que se añadía en este caso la misoginia. El franquismo odiaba a las mujeres empoderadas porque le daban miedo. Once de estas mujeres que estaban prisioneras en el chalet Orue de Santutxu fueron asesinadas, fusiladas por pensar diferente. Si la memoria de los perdedores, en general, fue sometida al olvido, la de las mujeres fue enterrada y negada. l