PRIETO Iglesias, por cómo llevó el partido y señalizar faltas equivocadas, es valorado con una actuación discutible. En el minuto 20, Stuani, aunque sin querer, se ayuda del brazo para luego marcar. El gol está bien anulado. En el 45 Aduriz reclama penalti, pero es este quien deja el pie para tener contacto, por lo que no existe. Ya en el 83, el defensa visitante toca el balón con la mano fruto de un rebote, pero está pegada al cuerpo. Y en el 90, Muniain se mete en el área y Ramalho le pone el pie en el suelo. Deja dudas, pero el colegiado no dudó y lo señaló sin recurrir al VAR. El fútbol es para listos.