EN el Sudán Meridional - una de las naciones más pobres y atrasadas de la Tierra- el mundo del amor es de lo más sencillo: cuantos más cuernos tengas, más mujeres conseguirás?
Bueno, lo de los cuernos hay que entenderlo literalmente como cuernos de vaca; desde tiempos inmemoriales los padres conceden la mano de una hija al pretendiente que dé por ella el mayor número de reses.
Esto fue siempre así y sigue siendo así, pero hoy la informática ha irrumpido también en la vida cotidiana de los sudaneses del sur y el récord del precio de novias lo acaba de batir una muchacha de la etnia dinka -Nyalong Ngong Deng Yalang- cuyos padres la subastaron vía Internet. El futuro marido, Kok Alat, pagó por ella nada menos que 500 reses, dos todoterrenos (usados) y 10.000 $. en efectivo. Partiendo del valor medio actual del vacuno en Sudán del Sur (entre 40 $ y 160 $ por cabeza) y de los vehículos de 2ª mano, se puede decir que la bella dinka le costó al pretendiente una suma entre los 50.000 $ y 100.000 $.
La suma es exorbitante a todas luces -el precio medio de una novia sur sudanesa anda por las 30 vacas- y no se debe tanto a la belleza de la moza como al espíritu competitivo de los habitantes de la zona. Al hacer los padres de Nyalong la subasta marital vía Internet el pasado 25 de octubre, se generó en esa parte de África una auténtica carrera de amores propios más que una “subasta de amor”.
Y es que entraron en liza pretendiente del país y de las naciones vecinas. Gente de haberes y poderes - el rival más peligroso de Kok era nada menos que subgobernador de la provincia donde reside la familia de Nyalong, quien llegó a ofrecer 353 vacas, amén de dos fincas - se enzarzó en una pugna de prestigio que ya nada tenía que ver con las transacciones habituales del “mercado de novias”.
Tampoco el ganador de la subasta, un rico empresario que hizo su fortuna desde la nada, es un novio habitual; a él le van las mujeres al por mayor. En su harén tiene y nueve esposas y no se sabe si se casa por amor o por pasión de coleccionista. Claro que su dinero le cuesta, fuere lo uno o lo otro.
Pero si la modernización informática del mercado de novias se sale de las costumbres ancestrales, la mayor parte de las reacciones parecen más bien de una pasividad tradicional. Es el caso de una abogada del Sudán del Sur, Suzy Natana, que tan solo criticó que a Nyalong la casasen a los 17 años.” La chica debería haber cumplido los 18”, fue su crítica más dura a la subasta.
Únicamente la Alianza de Abogadas del Sudan del Sur señaló por boca de su subdirectora que el hecho constituye un acto denigrante, que reduce a la muchacha a la condición de mera mercadería? Una mercadería de a 100.000 $ la pieza?