EXTENUADO por el frenético ritmo de la cadena de montaje, un obrero metalúrgico que trabaja apretando tuercas acaba perdiendo la razón. Después de recuperarse en un hospital sale y es encarcelado por participar en una manifestación en la que se encontraba por casualidad. En la cárcel, también sin pretenderlo, ayuda a controlar un motín, gracias a lo cual queda en libertad. He ahí el argumento de Tiempos modernos, la legendaria película de Charles Chaplin (Charlot para los menos cinéfilos...) en la que se escucha por primera vez la voz del actor, quien canta una versión de la canción de Léo Daniderff, Je cherche après Titine, en una lengua inexistente, conocida como charabia, hecha de retales de francés e italiano, con alguna palabra suelta en un reconocible en inglés.
¿Por qué me cuentan esto ahora?, se preguntará el desprevenido lector. Tal vez porque tengo la impresión de que los fenómenos paranormales que giran alrededor de Zorrotzaurre, el triple salto mortal del Bilbao del siglo XXI, son una suerte de charabia, una mezcolanza de dificultades que no hay quien las entienda. La isla prometida del Botxo no encuentra más que trabas: si no le estalla el volcán de las subvenciones europeas por culpa de la ineptitud de los gobernantes incapaces de armar un gobierno, se le incendia el canal de Deusto con problemas de tesorería y medio ambiente o se muere la jefa de la tribu, Zaha Hadid. Hace apenas un año o año y medio era la Gran Manzana, un Manhattan a la bilbaina, y hoy es un piedra en el camino, que diría el corrido mexicano.
Charabia, dije. Y hoy por hoy una cadena de montaje de descarrilada apariencia. No se trata de señalar culpables sino de buscar soluciones. En esa tarea están los gestores, pero no parecen fáciles los deberes para esta legislatura en esa materia. Entre la redacción de palabras enrevesadas, los crípticos problemas del cuaderno de matemáticas, el vocabulario de inglés avanzado y los afluentes del Ebro por la derecha (de acuerdo, eso ya no se estudia. Pero me he dejado llevar por los recuerdos...), el asunto se está poniendo peliagudo. Veremos.