HAY una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad. La frase pertenece a Albert Einstein pero la suscribe María Luisa Goikoetxea, la protagonista de esta historia. Quien tiene la voluntad, tiene la fuerza. María Luisa es un ejemplo de ello. Y un ejemplo, también, de libertad. No en vano, teniendo fuerza y talento para hacer algo, no encuentra trabas a su voluntad.

Al emotivo y emocionante empuje del viejo Mahatma Ghandi nos invocan. María Luisa está convencida de que la guerra que ahora entabla no requiere otra violencia que la de la razón, otras armas que las del sentido común. Lleva un tiempo enfrascada en otros campos de batalla distintos a los de Adif y Renfe: lucha por sacar adelante su vida. ¿Acaso creen, en Renfe, que alguien así va a dar su brazo a torcer frente a la ausencia de una rampa que le frene ...? Están equivocados. Ya has vencido, María Luisa.