EL bielorruso Aleksei Kulbakov, de 36 años, uno de los aspirantes a estar en la Eurocopa de Francia, tuvo un arbitraje de nota en San Mamés. Eso sí, pasó por alto un penalti claro a favor del Athletic en la primera parte. Fue en un disparo de Iturraspe que N’koudou repelió con el brazo. El interior del Olympique se giró con la intención desviar el balón, pero lo hizo de manera ilegal. Fue dentro del área, por lo que el bielorruso debió señalar la pena máxima. En la segunda parte también hubo otra jugada polémica con una mano reclamada por los jugadores del conjunto rojiblanco. Raúl García la pegó a puerta y el esférico impactó en el brazo de Rekik, pero lo tiene pegado al cuerpo. Fue al borde del área y Kulbakov acertó al no pitar nada. Quitando algunos errores de apreciación, el colegiado sacó el partido adelante con las clásicas pinceladas de arbitraje casero en las jugadas del centro del campo. Lo que perdonó fue la segunda tarjeta amarilla a Aduriz y N’Koulou, que le protestaron intensamente durante buena parte del encuentro. Ambos se jugaron la expulsión. Por cierto, creo que el delantero del Athletic y Raúl García deben relajar los ánimos y no increpar tanto a los colegiados, porque al final les va a pasar factura.