EL escocés Craig Thomson no tuvo problemas en el Stade Vélodrome. Se puede decir que estuvo de vacaciones, porque apenas tuvo que capear con jugadas conflictivas. En la primera parte, ni Athletic ni Olympique de Marsella generaron ocasiones de peligro, por lo que el árbitro no fue exigido. Lo más significativo de los primeros cuarenta y cinco minutos fue un fuera de juego señalado a Aduriz que Beñat protestó, pero en el que Thomson acertó. Tras el paso por los vestuarios, Alessandrini pidió penalti al caer en el área encimado por Laporte. El central entró de forma legal. A media hora para el final, Beñat vio la tarjeta amarilla por un agarrón, pero que también se debió por sus constantes diálogos con el colegiado escocés, que cobró 6.000 euros por un partido de entrenamiento.
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