CREO que es fácil arbitrar al Athletic. Lo único malo que tienen nuestros jugadores es que se les nota cuando cometen una falta. Tampoco son muy dados a dormir los partidos cuando se acerca el tiempo de prolongación y el marcador es favorable. Ayer quedó demostrado en el Coliseum Alfonso Pérez. Pero al margen de la actuación de los jugadores rojiblancos, la verdad es que Javier Estrada Fernández tampoco ayudó a los intereses de los leones. El Getafe reclamó penalti en el minuto 76 en un salto de Etxeita. El central de Amorebieta se apoya en la caída dentro del área en Álvaro. Pero antes despeja correctamente con la cabeza a córner. No existe nada punible. También acertó en no señalar la pena máxima en una jugada que le reclamó Viguera. Pero se equivocó de lleno en pasar por alto un agarrón sobre Aduriz. Fue un penalti clamoroso el que hicieron al delantero donostiarra. En cierta medida, el colegiado catalán lo quiso solucionar poco después al expulsar por doble tarjeta amarilla al getafense Cala, que habló más de la cuenta. Un árbitro internacional de su nivel pudo hacer algo más.