eL extremeño, uno de las mejores promesas del arbitraje, no desentonó en un partido abierto, intenso y de mucha presión, donde los jugadores se adaptaron a lo que él decidió en cada momento. Fue un partido limpio y pudo ahorrarse alguna tarjeta. En el minuto 48 pitó un penalti discutible, lo mismo que la cartulina que mostró a Laporte, porque disputa con Keko un balón fuera del área, el defensa mete el pie ya dentro del área y seguramente le pudo tocar al armero en el lateral de la pierna que favoreció su caída. Gil Manzano estaba cerca y no lo dudó, lo que hace que yo también tenga dudas.
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