El éxito en las urnas de Susana Díaz logró tapar, por un tiempo, el error que cometió adelantando las elecciones andaluzas por motivos personales o políticos, pero particulares, al fin y al cabo. Ahora, con tres votaciones perdidas para su investidura, amenaza con otras elecciones. Todo este tiempo corre en contra de los andaluces: tiempo sin planes de promoción del empleo, sin renovación del gasto social, sin gestores a los que dirigirse... Tiempo que parece extenderse como si nadie tuviera ninguna responsabilidad.