perdonen que insista, pero estamos en plena ceremonia de la confusión y convendría aclarar la ruta por la que transita un vehículo económico que tiene dos velocidades. La primera presume de un crecimiento cercano al 3%. La segunda contempla contingencias que pueden reducir la aceleración a la mitad de las previsiones. Ambas tienen su origen en La Moncloa con la diferencia que una es la que se dice a la sociedad en clave electoral y otra la que se remite a la Comisión Europea mediante el Programa de Estabilidad 2015-2018, en el que plantea un frenazo si no se mantienen las condiciones actuales en los mercados, como son: euro, tipos de interés y precio del petróleo, factores externos que empiezan a cambiar de tendencia lo que proyecta un futuro incierto.

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