AUNQUE se diga que la jugada del penalti no fue clara, el árbitro valenciano Mateu Lahoz no dudó y acertó al señalarlo, y también con la expulsión del defensa del Getafe Velázquez por derribar a Viguera, ya que era el último defensa. Sin embargo me parece excesivo el castigo, ya que al ser la jugada al borde del área y no ser una ocasión clara dentro de la misma, con mostrar una tarjeta amarilla habría sido suficiente. La Intenational Board, el organismo de la FIFA que define las reglas del fútbol mundial y sus futuras modificaciones, tiene las sugerencias de la UEFA, surgidas en las reuniones entre entrenadores de clubes importantes, para que cambie dicha norma por entender que es demasiado castigo. Pero La International Board quiere que siempre se hable de fútbol y sus polémicas, y por eso es contrario a que se puedan aplicar las nuevas tecnologías, salvo en algún caso secundario, como en el del gol fantasma.
Por lo demás, no hubo jugadas conflictivas, salvo el codazo de Alexis a Aduriz, que aguantó bien, pues él también la suele protagonizar, y que está castigada por el peligro que entraña, aunque muchos jugadores la realicen como un mecanismo de autodefensa.
Se puede decir que a Mateu Lahoz se le notó como con cierta disposición a congraciarse con el público de San Mamés, lo cual no quiere decir que pitara a favor del Athletic, quizá a modo de desagravio por anteriores actuaciones suyas (en la memoria está el gol que anuló a Iraizoz en Málaga en el último minuto). Con todo, Mateu Lahoz es un muy buen árbitro.