lA labor del colegiado catalán Alfonso Javier Álvarez Izquierdo no tuvo complicaciones en una tarde plácida y calurosa en el Sánchez Pizjuán. Y menos en jugadas dudosas a favor del Athletic, que no tuvo su día. Tal vez la jugada más discutida fue la que originó el primer gol de los pupilos de Unai Emery. Existe fuera de juego posicional de Bacca, pero Aleix Vidal sale como un rayo desde atrás y sorprende a todos los defensas rojiblancos. También a Gorka Iraizoz. Al ver que su compañero supera a todos, el delantero colombiano se desentiende de la acción. El gol es legal y Álvarez Izquierdo y su asistente acertaron de pleno. En el minuto 31, Pareja, casi debajo del larguero, en un salto con Aduriz, que le entra con el codo, da la sensación de que toca el balón con el brazo para despejar a córner, pero se produce al ser desplazado y parece totalmente involuntario. Nadie del conjunto bilbaino protestó. En el minuto 51, Aymeric Laporte, en una acción sobre Vitolo, se tira sin llegar a tocar el balón y hace lo justo para derribar al jugador sevillista. El árbitro catalán pudo señalar la pena máxima sin ningún problema. Dos minutos después, por el contrario, el central de Agen toca la espalda levemente de Bacca. El jugador del Sevilla aprovecha para tirarse con todo el descaro. No es penalti ni mucho menos. Por lo demás, Álvarez Izquierdo siguió el juego de cerca, estuvo bien auxiliado en las bandas durante los noventa minutos y, sobre todo, supo llevar el control del partido en todo momento, aunque nuestra delantera estuvo bastante floja. Mención aparte merece la actuación de Laporte. No sé cómo este jugador, con las cualidades y calidad que atesora pese a ser un recién llegado a la élite, se mete en todos los fregados. Ayer, por protestar ostensiblemente una falta clara que él mismo hizo, le mostraron tarjeta amarilla. Pudo dejar a su equipo con un jugador menos si no llega a medir durante el resto del encuentro. Debe reflexionar su actitud en muchos momentos.