Al serial de Isabel Pantoja todavía le quedan unos cuantos capítulos. Tantos como su hijo, después de un torpe cálculo de su influencia mediática, siga generando. En el caso de la duquesa de Alba son los periodistas del peloteo, no exclusivamente rosa, los que estirarán el chicle con titulares como el que nos deja Fernando Jáuregui: “Ciudadana Cayetana: obituario irrepetible” o calificativos innecesarios como los que emplean en El Semanal Digital: “Un sentido tuit confirma la muerte de la entrañable Cayetana de Alba”.