La última gratis
aprovechen si les gusta el fútbol, porque la Copa Mundial de Brasil será la última que podrán ver gratis. Se acabó el pastel. La próxima, así como la Eurocopa 2016, las tendrán que seguir en el bar, como los partidos de Liga. O las disfrutarán en casa después de comprar el paquete de suscripción a un precio asequible. ¿Qué patriota español no pagará 80 euros por gozar de su equipo del alma y los partidos decisivos? La gratuidad del fútbol de élite ha pasado a la historia. Telecinco ya tiene calculadas las pérdidas. Como ha abonado 40 millones por los derechos de los 25 partidos que emitirá hasta el 13 de julio y como máximo recaudará 30 en publicidad, sumados a los gastos de retransmisión y extras, es previsible que el déficit ronde los 12 millones. Y eso si finalmente La Roja repite sus triunfos de la pasada edición, que no parece.
El criterio de rentabilidad del fútbol pasa por este principio paradójico: menos audiencia, más beneficio. Como el exclusivo negocio del lujo. Aún así la Copa de Brasil será una operación rentable si se cuenta el valor añadido: la cadena consolidará su liderazgo frente a Antena 3, lo que atraerá más anuncios pasado el Mundial y derivará en una mejora de su cotización bursátil. Lo que es un dispendio es que más de 20 marcas paguen por el uso compartido de la imagen de la selección española en su publicidad. ¡Todas con un marketing idéntico! Es absurdo, porque el primer objetivo es la diferenciación cualitativa. "La Roja" está sobrevalorada, como toda identidad volátil e insustancial. No me fiaría mucho de una empresa que se adhiere tan fácilmente a lo inmediato y se muestra tan poco imaginativa en la esponsorización.
Al mal negocio de Telecinco y la ruina social de Brasil se unen la exaltación de comportamientos excesivos, la exacerbación patriótica, las corruptelas de la FIFA y el divismo insano de deportistas que no son iconos de nada. Infinidad de cámaras, alta tecnología, imágenes en 3D, formato 4K? Siéntense delante de sus televisores HD y contemplen el declive del mundo.