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Azauad: esa independencia, no

Malí -1.200,000 km2, 12,000.000 de habitantes- no es sólo una de las naciones más pobres del mundo, sino también el escenario de uno de los nacionalismos peor planteados del mundo: el de Azauad, la tierra de los tuareg en el norte del país.

Porque si las ansias independentistas de Azauad son legítimas desde un punto de vista étnico y cultural -población mayoritariamente tuareg y musulmana frente a un sur cristiano/animista y de raza negra-, su viabilidad es tan dudosa que en el último par de meses (concretamente, desde la primera declaración de independencia del MNLA -Movimiento para la Independencia nacional del Azauad-) los secesionistas están llevando a cabo una especie de baile de San Vito, declarándose independientes un día y desdiciéndose al siguiente.

La razón de ello es que los patriotas tuareg aspiran a tener una patria propia dirigida por su propia gente, pero las carencias políticas y financieras de los independentistas son tantas que en las semanas últimas se ha visto con toda claridad que el movimiento corre el riesgo de verse absorbido por los aliados de Al Qaeda asentados en Mauritania (Ansar el Din), que disponen de muchos más recursos económicos que los demás grupos independentistas.

Aquí hay que recordar que la proclamación de la República de Azauad se produjo al coincidir una profunda crisis política en Bamako y el resto de los territorios negros de Malí con la llegada a Azauad de los mercenarios tuaregs que habían servido a Gadafi. Estos superan de largo tanto en preparación militar como en pertrechos bélicos al Ejército regular maliense y estaban dispuestos a compartir el poder político con los independentistas del MNLA así como con las etnias locales de los peul y los songhoi.

La armonía inicial del ese cuarteto la torpedeó Al Qaeda (cuya organización en Malí y Mauritania se denomina AQMI) que iba enrolando -a base de buenas soldadas- a los mercenarios tuaregs que no tienen más oficio que el de hacer la guerra y anteponiendo casi a la fuerza su intransigente programa político islamista en perjuicio de las ambiciones del independentismo azauadí y de las aspiraciones etno-políticas de los peul y songhoi

El camino de ese "independentismo a la africana" lo abortaron MNLA y mercenarios que -puestos a escoger entre ser patriotas de segunda clase a las órdenes de AQMI o quedarse sin patria, pero también sin nadie que les mandase-, optaron por lo segundo y aplazaron "para más adelante" la proclamación de una República independiente de Azauad.