Síguenos en redes sociales:

Chipre, peor que Grecia

Mientras Grecia se jugará mañana su destino económico en unas elecciones que han sido planteadas con mucha más pasión que lógica, a su costado yace un Estado en coma financiero a causa de la propia crisis griega y de cuya situación apenas se habla: la República de Chipre. Y es que este país no solo tiene invertido el 130% de su Producto Interior Bruto (18.000 millones de euros) en deuda griega, sino que está en suspensión de pagos prácticamente desde el año pasado. Un salida griega del euro o de la UE significaría el colapso total del Estado chipriota.

Dos de los mayores bancos comerciales de ese país están técnicamente quebrados por culpa de sus enormes compras de deuda pública griega. En el caso concreto del Banco Popular, la inversión asciende a 1.800 millones de euros; es decir, el crédito perdido en caso de una insolvencia griega o la salida de Atenas de la eurozona o incluso de la UE ¡Sería del 10% del PIB chipriota!

Si la bancarrota virtual de esta isla no ha agravado aún más la crisis económica comunitaria se debe exclusivamente a Moscú, ya que el año pasado Chipre recibió un crédito ruso de 2.500 millones de euros a un interés del 4,5% y a un plazo que no se ha hecho público.

Pero este préstamo ya lo ha consumido Nicosia en pagar deudas anteriores. El empréstito ruso fue concedido en parte por razones políticas, ya que el país es regido por Christofias, el antiguo secretario general del Partido Comunista chipriota (AKEL), y en la Isla la influencia social y política rusa -tanto en su día, la URSS como la Federación Rusa actual- ha sido muy fuerte desde que se acabó la II Guerra Mundial. Christofias -quien habla perfectamente ruso- se doctoró en Historia en la Academia de Ciencias Sociales de la URSS.

Y también en buena -sino mayor- parte, por razones económicas ya que una amplio sector del negocio inmobiliario chipriota está en manos rusas y los vínculos financieros de todo tipo entre ambos países determinan que en Chipre vivan hoy en día más de 15.000 rusos. Y también se asegura que el crédito fue una especie de anticipo por presuntas concesiones a la petrolera rusa Gasprom en la explotación de los yacimientos de gas hallados recientemente en aguas chipriotas.

Y ahora la República de Chipre ve cómo su crisis bancaria -tan desproporcionada o más que la irlandesa de años atrás- puede agravarse más allá de lo negociable si Grecia se hundiese, arrastrando con ella a Nicosia.