Arbitraje casero
AlON Yefet firmó un arbitraje típico en competición europea en un césped desigual, que provocó un buen número de las faltas cometidas. El colegiado israelí no quiso sacar tarjetas en el primer periodo, salvo una, en acciones clarísimas para ello. Bien en neutralidad y en dirección del juego, no hizo lo mismo en cuanto a lo disciplinario, en lo que suspendió. Perdonó muchas cartulinas al Slovan Bratislava y ninguna al Athletic. Aplicando el mismo rasero que con el Athletic, debía haber amonestado hasta a ocho jugadores locales en los primeros 45 minutos, en los que asaron en faltas a Iker Muniain.
Es triste que en un encuentro en el pudo lucirse, careciera de personalidad disciplinaria. Debe aprender mucho del presidente del Comité de Árbitros de la Federación Israelí, el señor Clind, un colegiado mundialista y con gran personalidad. Alon Yefet, por tanto, estuvo mal en esta faceta.
El UEFA, debe tenerse cuidado y Bielsa, por ello, debe tomar nota, porque si un equipo sale al campo tras el descanso después del árbitros, esto puede constar en el acta y caerle al Athletic una multa económica, y al organismo europeo le encanta aplicarla con mano dura.
Desde mi condición de exárbitro internacional y exdelegado de la UEFA, quiero detenerme en un detalle que merece una reflexión, sobre todo destinada al conjunto rojiblanco y a Bielsa, aunque le guste el fútbol bonito y noble, como a toda la afición del Athletic. Los defensas deben ser más contundentes con el balón por medio, ya que los árbitros no penalizan en Europa esas acciones sin intención de hacer daño y algunos jugadores no metieron ayer la pierna.