La detención de Dominique Strauss-Kahn, director del Fondo Monetario Internacional (FMI), en Nueva York por presuntos abusos sexuales es la sensación político-erótica del año. Es el suceso que pone un penoso final a la doble carrera de una de las grandes figuras de la política francesa y las finanzas internacionales. A Dominique Strauss-Kahn (DSK) se le acusa de haber secuestrado e intentado violar a una camarera del hotel donde se alojaba. Hasta que salga el informe policial sólo caben especulaciones sobre lo sucedido. Pero así y todo, el caso significa la muerte política del estadista francés porque su larga historia de "accidentes" eróticos más o menos escandalosos no soporta ya ningún tropezón, ningún escándalo, más.

Para colmo, el hecho de que la detención se haya producido en plena lucha de los socialistas franceses para la designación de su candidato en las presidenciales del año próximo le añade al suceso tintes conspirativos. Porque de la retirada del Strauss-Kahn de la carrera presidencial beneficia a la larga al actual presidente, Sarkozy, y a la corta a la anterior candidata del Partido Socialista, Martine Aubry. Y según quien explique en Francia el último episodio de los amores bravíos del señor Strauss-Khan en un hotel de Nueva York, lo sucedido fue una trampa que le tendieron los hombres de Sarkozy o los de M. Aubry.

Fueran los unos o los otros, o simplemente las intemperancias de DSK, lo cierto es que la carrera socialista de este estadista de 62 años que gana 30.000 euros mensuales y reside en el barrio más elitista de París era sumamente frágil. Hombre de dinero por su casa y millonario por su actual - 3ª - esposa, Anne Sinclair, así como por sus amistades en el mundo de la banca y bolsa, estaba en el extremo derecha del socialismo francés. Eso no le impedía ser actualmente el hombre más popular del partido en toda Francia, tanto que había firmado un pacto de no agresión con Martine Aubry para las preliminares. Esta se aseguraba así un puesto en el Gabinete si DSK ganaba las presidenciales. La popularidad de DSK surgió a finales de los 90, cuando fue ministro de Finanzas (1997-/1999) de Jospin e instauró la semana laboral de 35 horas en la República Gala. No obstante, tuvo que dimitir en 1999 acusado de corrupción, cargo del que fue absuelto en 2002.

Dominique Strauss Kahn nació de familia judía en Neuilly sur Seine y pasó gran parte de su juventud fuera de Francia : en Agadir y Mónaco. Sus dotes financieras y su simpatía le otorgaron en la cúpula socialista un protagonismo que sólo era superado por sus éxitos entre las damas y sus aventuras eróticas a base de "recompensas". Y si la carrera política de DSK sufrió el tropezón del presente caso -no confirmado- de corrupción y la pasada debacle ante Segolene Royal en la lucha por la candidatura del partido en las últimas presidenciales, sus escapadas eróticas en cambio no sólo eran públicas (Sarkozy dijo de él : "…a su lado yo soy un pastor metodista…"), sino que constituían también un rosario cada vez más denso de escándalos entre escabrosos y abusivos.

Los más sonados fueron el caso Piroshka, en el 2008, en que tuvo amoríos notorios con una economista húngara del FMI -Piroshka M. Nagy- y el de la hija de una militante socialista que le denunció por violación, retirando al poco tiempo y sin explicación la denuncia. Se dijo en su momento que se retractó por presiones de la madre que anteponía los intereses del partido a la venganza de la hija.