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ETB se apaga

sI una empresa abre una nueva etapa con la renovación de su equipo ejecutivo y a los diez meses le han abandonado el 25% de sus clientes, con tendencia a un desplome aún mayor de su mercado, ¿cuánto esperarían los propietarios de esa compañía para destituir a los culpables de tan pésimo balance? Pues esto es lo que sucede en ETB sin que todavía el Gobierno vasco haya reconocido el fracaso ni se anuncie un cambio de rumbo. ¿Cuál es el límite del lehendakari López para exigir dimisiones? ¿Quedar por debajo de Plentzia Telebista?

Las audiencias de marzo constatan otra caída de nuestra televisión pública. ETB2 ha menguado su cuota al 11%, después de ceder medio punto respecto de febrero. Cuando el equipo de Alberto Surio se hizo cargo de EITB, a principios de junio de 2009, el segundo canal gozaba de un 14,7% de cuota, mientras que el canal en euskera tenía un 3,4%. ETB2 dispone ahora de un 3,7% menos que hace diez meses, mientras que ETB1 ha bajado al 2,6%. En resumidas cuentas, cada una de las dos cadenas ha perdido en este período una cuarta parte de sus espectadores. ETB se apaga sin remedio.

En este contexto, Euskal Telebista ya no es líder en informativos y los nuevos programas se mueven entre la nulidad y la poquedad. Sólo El conquistador del fin del mundo es un éxito de audiencia, un concurso, ¡qué casualidad, hombre!, impulsado por el anterior equipo. El talento de Terol es insuficiente y Urrosolo se arrastra cada tarde. Esto no funciona porque se ha programado contra el corazón de Euskadi. Y en la tele, amigo Surio, la gente tiene el mando.

Este debe ser el único país del mundo donde se discuten hasta las matemáticas. La consejera de Cultura, Blanca Urgell, afirmó hace poco que la pérdida de audiencia que se venía registrando en ETB se había "atemperado". ¿Qué le ocurre a esta señora que no acata la aritmética y aborrece la verdad? Triste trabajo el de propiciar, impasible y satisfecha, el lento apagón de ETB. Treinta años de esfuerzo desaparecen en diez meses de incompetencia.