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La ETB... de Bogotá

Viajar es lo que tiene, que se descubren muchas cosas. Si el guía es Jokin Etcheverria, el presentador de Chiloé, las sorpresas están garantizadas. En el regreso de este espacio divulgativo el pasado domingo a ETB-2 el destino fue Colombia, en concreto su capital, sembrada de placas con el distintivo ETB: Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá. Un hallazgo curioso y un motivo más para las bromas que continuamente hace Etcheverria, a quien también le hizo mucha ilusión encontrarse con que la sede del Ministerio de Cultura está ubicada en el palacio Echeverri. "Quizás uno de mi familia", aseguró ufano. Chiloé es un buen programa viajero que dirige Alberto Arizkorreta. El presentador habla a la cámara directamente, buscando la complicidad del espectador e implicándole en sus rutas. Su media hora se hace corta porque cada entrega se compone de varias escenas breves, con un ritmo muy ágil y con mapas que adelantan el trayecto que se hará a continuación. Chiloé es un divulgativo de amplio espectro, capaz de contentar a espectadores con intereses muy distintos porque ofrece datos generales (¿sabían que Bogotá tiene el mercado de abastos más grande de Suramérica?), utiliza el transporte público, prueba la comida del país, se cuela en ceremonias típicas y entabla conversación con los lugareños. Además, Jokin se patea las calles a conciencia y lo mismo visita un mercado que una biblioteca, acude a un museo o a un concierto, "como un atleta de la televisión", dice él mismo para explicar que por las noches tiene que descansar. Para comprender el tono personal que da a cada espacio es muy ilustrativa la anécdota de la llamada a su abuela para justificar su ausencia. Ah, la familia y esa cita del domingo... "¡Qué bueno es viajar!", añade con picardía. ¿Y al final qué sucede? Que después de treinta minutos el espectador ha aprendido un montón de cosas sin esforzarse. Si visita ese país o no, es una decisión personal. Esta semana Chiloé viajará al Triángulo del Café. ¡Lo que le faltaba al atómico Jokin!