Cuando se trata de Humanidad
Cuando veo familias huyendo agarrando a los más pequeños de la mano con una fuerza que duele.
Cuando veo niños heridos por las bombas o disparos, llorando de terror mientras cuidan de otros.
Cuando los veo temblando de pies a cabeza incontrolables y con la mirada perdida por el ruido de los drones.
Cuando los veo asesinados a pedazos y oigo sus gritos, y resuenan en mi cabeza.
Cuando veo a sus padres impotentes, rotos de dolor y miedo. Secando las lágrimas de los que les quedan.
Cuando matan periodistas, médicos, adolescentes, profesorado, al panadero, a la tendera, familias enteras... Cuando podríamos nosotros
Cuando destruyen sin pudor, pero con la cara cubierta todo tipo de infraestructuras, Incluso tiendas de campaña temporales. Cuando hacen tiro al blanco
Cuando el hambre y la sed son uno más entre tanto horror ¿qué decir?
Siento un dolor… una rabia.
Cuando sé que todo esto está pasando, salgo a la calle y grito en silencio, protesto y la desazón e impotencia luchan en mi interior.
Cuando veo la rabia desatada por las calles de nuestros pueblos protestando por lo inconcebible, me emociono, sé que en otras partes del mundo sucede lo mismo, nos hermanamos por lo mismo.
Y esa es la noticia, la verdad que algunos repudian: nuestro grito de Dolor por Palestina, nuestra exigencia de acción a los gobiernos, nuestro rechazo a la violencia, al acoso, al matar de hambre, a ilegalizar las protestas, nuestro rechazo al blanqueo del asesino cobarde
Somos pequeños pero somos cada vez más. Somos mejores, somos fuego, somos aire porque creemos que toda Vida es preciosa.