“¿Quién manda en la autonomía, preguntaba Rosalía mirándonos de soslayo? ¿Quién manda? ¡Manda carallo!” 

Lo que en la apertura del Año Judicial ha quedado más claro que el genocidio palestino, es que quién manda realmente en el PP: La presidenta de la Comunidad de Madrid, quien asegura, entre otros desatinos, que se manipulan los libros de texto, para adoctrinar a los niños. Y sus patricios le ríen los chistes de fruta y otros, cuyo humor se parece mucho a un plato de torreznos. 

La táctica que usa para desprestigiar a su antagonista Sánchez, es más vieja que los arbustos, pero para “comando buleros” - el orensano impaciente y un barbado negacionista hunde barcos, entre otros “intelectuales”- todo vale. 

¿Y a dónde acude el orensano? Pues a no sé qué asamblea de su jefa Isabel, para incrementar el orfeón de insultadores a Pedro. 

La Memoria de la Fiscalía al rey ante el inicio del año judicial, es un acto institucional, no político. 

Y mientras tanto, el fiscal general del Estado dice en su intervención, que “la Fiscalía no sucumbe ante los embates de los delincuentes”. 

Y mientras tanto, en un acto de Vox, el exmagistrado del T. S. Borrego, pronuncia una frase: “Me siento mujer, me llamo Francisco Javiera, no me lo discutan, que los llevo por delito de odio a un tribunal...”, utilizando la ironía para burlarse del colectivo trans. 

¿Dónde no llega la baba de un mezquino, llega la punta de su lengua? 

La alternativa “Torrente” llama a la puerta…