Síguenos en redes sociales:

Oxímoron

Entre vítores a Franco y Hitler, ataviados de simbología propia de un tiempo en el que en este país las libertades y derechos de la ciudadanía eran sistemáticamente cercenados, un grupo de exaltados patriotas clamaban a favor de la democracia y en contra de la mafia. La escena, más propia de lo absurdo que de una protesta seria y sincera, provocaba un intenso chirrido ante los ojos del espectador. Que los presuntos ofendidos y molestos con la situación incurrían en una contradicción, sea por ignorancia, provocación o ambas, es más que notorio. En una sociedad democrática, como en la que vivimos, el derecho a la protesta, así como a conocer la verdad de los hechos, debe estar garantizado para que los ciudadanos puedan expresarse con criterio y conocimiento de causa. A tenor de las imágenes, muchos de los que se congregaron en las inmediaciones del Palacio de la Moncloa lo hicieron amparándose en su derecho a expresarse en libertad, sin embargo, el criterio con el que lo hacían no respondía a ningún esquema de índole racional. Defender la democracia haciendo apología del franquismo es un ejemplo de lo que se conoce en literatura como oxímoron.

NOTA DE REDACCIÓN. Las cartas no deben superar los 500 caracteres y deben estar identificadas con nombre y apellidos de su autor, así como la dirección, teléfono y el DNI. DEIA se reserva el derecho a la edición de las mismas. Envío de cartas a cartas@deia.eus