Cercana ya la fecha, del 23 de abril -mañana- Día mundial del Libro y los derechos de autor nuestras calles, instituciones culturales, etc. se preparan para celebrar algo tan importante como es la fiesta del libro. 

A veces, no resulta fácil por lo menos a mí, encontrar las palabras, de cómo describir u homenajear, a ese “artefacto” maravilloso, llamado libro, que tanto bien me ha hecho. 

En esta ocasión, me acordaré de la poeta y escritora estadounidense Maya Angelou, nacida como Marguerite Annie Johnson y de su obra más conocida: Yo sé por qué canta el pájaro enjaulado, donde describe y relata con crudeza, de forma autobiográfica, su infancia y adolescencia en el “profundo” sur de los Estados Unidos. Habla sobre el racismo y de la segregación racial, y de las ansias de libertad de prosperidad, de aquellos años oscuros y difíciles, muy especialmente para la entonces comunidad afroamericana. Su posterior trayectoria fue una larga lucha, hasta convertirse en todo un referente, por todos los derechos civiles que defendió. Yo sé por qué canta el pájaro enjaulado ha sido censurado y prohibido, por unas “autoridades” sin muchas alturas de miras, que ven como “peligrosos” algunos contenidos entre sus líneas y que a su vez ofenden, a sus mentes estrechas y puritanas. 

Vuelve a estar pues el pájaro enjaulado, pero como nos relató la propia escritora, si trabajamos duro y no dejamos que nada nos impida alcanzar nuestra meta, podemos alcanzarla. Feliz Día del Libro, en recuerdo también esta vez, como no, de la escritora Maya Angelou.

Olga Santisteban Zalla