En los últimos días se nos ha instado a prepararnos para posibles emergencias mediante la creación de un kit de supervivencia en nuestros hogares, sugiriéndonos almacenar agua, alimentos y otros elementos para poder afrontar situaciones críticas.
Este hecho coincide con un aumento de la actividad de la industria armamentística, impulsado por conflictos como los de Ucrania y Gaza, entre muchos otros, lo cual además de causar sufrimiento humano, generan pingües beneficios económicos para dicha industria, prevaleciendo éstos sobre los derechos y el bienestar de la ciudadanía, especialmente en países menos desarrollados, que suelen ser los más afectados por los conflictos armados.
Por todo ello, debemos exigir políticas que prioricen la paz y el respeto a los derechos humanos por encima de los intereses económicos de las multinacionales.