La nueva tasa de basuras que se quiere implantar en Bilbao en consonancia con la nueva normativa europea tiene un fin último, el de que los ciudadanos generen menos residuos. Y yo me pregunto ¿cómo? La gran mayoría de productos que adquirimos están envasados y los recipientes que los contienen no nos los podemos comer. ¿Qué hacemos con ellos? Lo que podemos reciclar, reciclamos y ¿lo que no? La teoría es muy buena pero la práctica me parece más complicada. Me parecen indispensables otras medidas tendentes a evitar tantos envases antes de pedir al ciudadano que genere menos residuos, algo que también entiendo cabal y necesario.