El 29 de noviembre de 1947 la Asamblea General de las Naciones Unidas reunida en Nueva York recomendaba un Plan de Partición con Unión Económica para resolver el conflicto entre judíos y árabes en la región de Palestina, que se encontraba en esos momentos bajo administración británica.

El plan de la ONU proponía dividir la parte occidental del Mandato en dos Estados, uno judío y otro árabe, con un área, que incluía Jerusalén y Belén, bajo control internacional. Y como era de esperar el zorro se adueñó del gallinero y con el tiempo se fue adueñando del territorio palestino hasta crear el caos y la masacre que estamos viendo en estos últimos tiempos. Un genocidio en toda regla, con destrucción de todo el territorio y asesinando (porque eso no es una guerra) sin ningún pudor a ancianos y niños. Un plan trazado por Netanyahu sin reglas ni opciones y con la intención de exterminar a todo el pueblo palestino.

Están haciendo lo mismo que Hitler hizo con los judíos en la II Guerra Mundial. Es repugnante, abominable y obsceno.