Para gustos, los colores
Recientemente han tenido lugar las elecciones al parlamento europeo a las que se han presentado un sinfín de partidos políticos; los europeos han respondido a la convocatoria eligiendo la lista que a priori satisfaga sus inquietudes; no obstante, tras el recuento, uno observa reacciones con un nexo: ningunear, despreciar e incluso insultar a políticos que han obtenido un puesto en el nuevo Parlamento a la vez que se mofan y ridiculizan a sus votantes. Disfrutemos de la discrepancia porque no hay nada más insípido que la obtusa uniformidad de las opiniones. Franceses, alemanes, españoles, fineses, etc., todos somos igual de europeos, ni más ni menos.