La humillante lona de Dorsia
Ha corrido como la pólvora entre las redes sociales esa terrible lona del tamaño de un edificio que ha sido colgada, y ahora mismo retirada, menos mal, en un edificio. A la vista de todos y todas, con el objetivo de conseguir un efecto en nosotras, porque sí, iba dirigido a nosotras, las mujeres.
Mensajes dañinos
La presión estética, los retoques y las cirugías cada vez están más popularizadas, a pesar de que conllevan riesgos, y son llevadas a cabo por un porcentaje altísimo de mujeres. Ojalá algún día este tipo de mensajes y el interés en modificar nuestro cuerpo desaparezca. Ojalá aprendamos a querernos y a respetarnos a nosotras mismas tal y como somos, con nuestros supuestos defectos físicos, pero con todas nuestras virtudes. Ojalá algún día empresas como Dorsia entiendan que los mensajes que transmiten son dañinos y humillantes, y recapaciten sobre sus estrategias de marketing con un único objetivo: ganar dinero a costa de la autoestima de las mujeres.
La auténtica revolución es quererse a una misma.