No sé si porque sigo de cerca las guerra de Palestina, el Sáhara, más la actualidad informativa cercana y de varios países, me siento como fuera de juego de este periodo de mi vida. Tal vez sea porque ahora no estoy activo en proyectos más o menos difíciles o que el mundo va a la deriva; me extrañan muchos cambios o es que eso es hacerse viejo. Pues si es así, sea como sea, no lo acepto, no me resigno, me revelo. Siento que sobro en un mundo así, que un tal Netanyahu se ría de nosotros y nos restriegue en las narices su crueldad, su idiotez mortal, haciéndonos creer que todas las muertes y asesinatos son cosas de la guerra. No estoy por la labor de ser idiota, de parecer idiota, porque un señor judío que manda en un territorio porque le han votado, se ría de nosotros a mandíbula batiente, porque le ampara un estado, que pasará a la historia como criminal, porque le ampara EE.UU. con su veto indecente en la ONU. Como muestra, un botón de mi desventura.