Hay una frase célebre de John Fitzgerald Kennedy que quisiera comentarla: “El hombre tiene que establecer un final para la guerra. Si no, esta establecerá un fin para la humanidad”. No sé si exagero, pero creo que esta guerra de Ucrania puede envilecer no solo al país de los ucranianos, sino a toda Europa. La guerra siempre resulta un absurdo, que puede desembocar todavía en un absurdo mayor, que es el de la propia aniquilación, porque con la guerra todos somos perdedores de algo. Pocos días antes de estallar el gravísimo conflicto bélico del Golfo Pérsico (1990), el señor Fernández Ordóñez, por entonces ministro de Asuntos Exteriores del Gobierno español, afirmaba con gran sensatez: “Un mal acuerdo es mejor que una buena guerra”. En efecto, todas las guerras son malas, aunque algunas, lamentablemente, han sido necesarias para acabar con la criminal actuación de dictadores despóticos. Me preocupa la guerra de cifras sobre el número de militares fallecidos. Es fundamental que ese diálogo entre Moscú y Kiev sea más propositivo y más eficaz.