Evidentemente debemos apoyar al campo y a sus trabajadores, al igual que a la pesca y a quienes laboran en ella, al igual que a todos los trabajadores que reclaman justamente lo que merecen, ante unas políticas opresoras e ignorantes de la situación por personajes que desde su despacho no ven o no quieren ver la realidad. Ahora estos gobernantes darán subvenciones, ayudas de todo tipo que no salen gratis ya que a la postre todo ello encarecerá la vida puesto que nadie renunciará a su beneficio y al final todo ese dinero sale del bolsillo del contribuyente ciudadano, que es el último de la fila.