En la actual problemática inmigratoria se mezclan política e intereses. Gestionar de forma adecuada, mejorando además los sistemas de reparto de los migrantes sin papeles, resulta satisfactorio para los países acogedores. Según la OCDE, su presencia “tiene un impacto positivo en la economía, que proporcionan un aumento en el PIB y la renta per capita”. Existen en Euskal Herria otras cosas preocupantes, como la caída de la tasa de natalidad, de las más bajas europeas, disminución demográfica, laborales, etc. Hay que procurar la introducción de la inmigración en el tejido productivo vasco de manera eficaz, de cara al futuro, en todos los sectores laborales, y no solo del cuidado de las personas.