Ahora mismo en los hospitales vascos hay más de seis meses de espera para operaciones programadas de traumatología, maxilofacial... 800 camas de hospital cerradas este verano. Los quirófanos abiertos en algunos hospitales para dolencias traumatológicas son solo los destinados a las urgencias. En esta lista de espera quirúrgica, que crece un 14%, hay mucho sufrimiento no solo físico sino también psíquico y emocional de los pacientes. Esta situación sanitaria que padecemos es denunciable. Todos y todas somos susceptibles de necesitar asistencia médico-hospitalaria en algún momento de nuestras vidas. De brazos cruzados, y callados, no nos podemos quedar. Es una obligación ética con la comunidad poner el foco en la situación en la que se encuentra Osakidetza. Y un acto de solidaridad con las personas que están pasando su propio calvario esperando cirugías que parecen no llegar nunca. Sus dolencias se pueden ir complicando. Los recortes en Sanidad equivalen a desasistencia sanitaria de la población, a sufrimiento. Y sí, hay que decirlo aunque suene fuerte, a más muertes. Así de simple.

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