En cada historia hay siempre tres versiones. La de unos, la de otros y la verdad. Todo este rollo de que Corinna demanda unos cuantos millones al emérito por acoso huele más a contrato de comisiones por “negocios comerciales” incumplidos por alguna de las partes. El Emérito se ha confundido. Otra vez y ya no sé las que van. Tenía que haber llegado a un acuerdo extrajudicial, pagar a Corinna y finiquitarla. Tiene dinero de sobra para ello. Pero este circo, mientras, nos tiene entretenidos.