Contrapeso necesario
Desde mis canas y sin acritud, diría que veo a los ganadores de las últimas elecciones un poco salidos de madre. Dan por finiquitado el sanchismo y creen tener en el bote el triunfo el próximo 23-J. Vamos, que el asalto a La Moncloa está asegurado. Puede ser, pero me sorprendería bastante. ¿Y si resulta, como se dice por ahí, que serían los grandes bancos, las inmobiliarias y las energéticas quienes iban a frotarse las manos de contentos, con un segundo triunfo aplastante de la derecha? Pues habrá que pensárselo bien a la hora depositar voto y seguir confiando en la sabiduría popular. ¿O va resultar que, a estas alturas, hasta los más descamisados van a ir a ciegas, en busca de migajas que puedan caer de las mesas de los ricos? ¿Seguro que la mayoría queremos avanzar hacia atrás, para seguir atrapados en una transición tardo-franquista eternamente inacabada? Personalmente me parece que en estos últimos cinco años y desde el Gobierno Sánchez, se han dado pasos adelante en los campos de la economía, la política, las mejoras sociales, etc. Pasos más productivos que las constantes zancadillas de una derecha revanchista que nunca aceptó su derrota política y se olvida, por ejemplo, de acatar la Constitución española, al aferrarse desesperadamente al control del poder judicial. En fin, me quedo con lo peligroso que me parece el dar todo el poder político a la derecha, en estos momentos tan complicados. ¿No será mejor dar una segunda oportunidad a Sánchez, como contrapeso necesario para que el señor Feijóo y cía vayan recuperando la moderación de la que hacían gala?