Eternamente Yolanda

No es referencia a la canción del cubano Pablo Milanés. La Yolanda de esta cita es la vicepresidenta del Gobierno que con su protagonismo está provocando un conflicto político cuando había la esperanza de sacarla de la España profunda que exige la mayoría del pueblo. Porque ha puesto sus deseos delante de los de la ciudadanía que logró incorporar a Podemos al gobierno de coalición con el PSOE, gracias a la valiosa aportación de Pablo Iglesias y de su salida del gobierno por su renuncia voluntaria. Yolanda fue designada por Pablo su sucesora por Podemos en el Gobierno, con la colaboración eficaz de las también ministras Irene Montero e Ione Belarra. Yolanda gozó de la gloria efímera de la popularidad que le han aportado los que potencian o destruyen a quienes interesa a los poderes fácticos. Con su imagen entre afable y calculadora ha hecho que Sánchez infravalore el trabajo de las ministras de Podemos, pues todas las leyes progresistas no hubieran salido adelante sin su esfuerzo, además del apoyo de los nacionalismos y partidos de izquierda para aprobar las leyes en las que el PSOE ha sido un lastre. Mientras, el narcisismo de Yolanda, de plató en plató, negociando con sindicatos subsidiados la modificación de leyes promulgadas por el PP cuya derogación era compromiso en el programa de gobierno de coalición. Sánchez tuvo vértigo y finalmente solo hubo apaños, perviviendo los aspectos más conflictivos . Podemos lo consideró una traición al programa y rechazó los recortes. En esa tesitura el PSOE aceptó la humillación de pactar con el PP la ley del solo sí es sí que significa volver al Código de La Manada. A ver la reacción de la ciudadanía en las próximas elecciones. Si Podemos y los nacionalismos no apoyan a Sánchez por la falta de coraje del PSOE y el “progresismo” de las ministras socialistas starletts.