El espectáculo ofrecido el martes 2, con motivo de la celebración del día de la Comunidad de Madrid, se podría calificar (dicho de una manera suave) como bochornoso y lamentable. No voy a entrar en absurdas discusiones si tenía razón el ministro Bolaños o la presidenta Ayuso; el espectáculo ofrecido raya lo patético y grotesco. A la clase política le pagamos su cuantioso sueldo para solucionar problemas y no para generar más de los que hay (inflación por las nubes, paro, euríbor al alza, la judicatura en huelga...). ¿Con todo lo que estamos padeciendo la ciudadanía solo se preocupan de aparecer en la foto? Pero lo más triste de todo es que, a pesar de shows tan indecentes, nos van a pedir el voto sin ningún tipo de rubor en la inminente campaña electoral. Tienen la cara más dura que el hormigón.