Joe Biden ha anunciado su candidatura a la reelección. Si a esto le sumamos la previsible elección de Donald Trump como candidato republicano, no solo sufriremos una reedición de las elecciones pasadas, sino que supone un reflejo de la falta de renovación en la política americana. Biden realmente lo único que cuenta a su favor es que causa menos rechazo que Trump, por lo que pone en bandeja una victoria republicana a nada que estos elijan un candidato de consenso y moderado. Mitt Romney también está entrado en años, pero es un republicano moderado con posturas claramente antitrumpistas. De ser elegido aunaría todo el centro de voto y evitaría caer en extremos. ¿Cuál es el problema entonces? Pues, básicamente, que el magnate del tupe rubio tiene secuestrada a la base más radical del partido. Pero convendría recordar que desde los extremos no se gobierna un país. EE.UU. necesita renovación, no candidatos del pasado.