Hace unos días, mis hijos vieron por primera vez La guerra de papá, una peli que yo me sé de memoria porque me encantaba de pequeña. Hay una escena de una discusión muy desagradable por el trasfondo de la misma entre el padre (fascista, machista y retrógrado) y la madre (de ideas absolutamente contrarias a su marido, pero sometida en pleno franquismo) de una criatura de 3 años, que asiste a un cruce de reproches bañados de una absoluta falta de respeto. El mayor, de diez años, a quien hemos educado (como a su hermana) en el respeto a quien piensa o es diferente, nos cuestionó: ¿Lo que está pasando ahí es mentira, verdad? Lo mismo que me decís de que el porno no es sexo de verdad, eso no es una discusión de verdad. Porque se están faltando al respeto de una manera... No me gusta cuando discuto con mi marido, pero creo que tan mal no lo debemos de estar haciendo.