Con el cebo de mejoras en las condiciones de los préstamos (entre otras situaciones) sobre todo ahora que está la amenaza de la subida del Euribor, van encajando alarmas domésticas de forma encanallada e innecesaria a la gente corriente, pero intentando transmitir su imperiosa necesidad, algo absolutamente falso que solo se creen los más manejables y crédulos, y que a su vez crea una sociedad muy temerosa, aparente y pusilánime.

Con el tiempo tendremos que escuchar algo tan repugnante y falso como que “las alarmas existen y estás tan extendidas en la sociedad porque fue un deseo de la ciudadanía”, por eso antes de que perdamos la memoria está bien recordarlo.