A pesar de la tristeza y la rabia contra los que os han invadido en esta guerra en el siglo XXI como si volviéramos a 1914, hoy quiero escribiros porque os habéis convertido en refugiados forzados abandonando todo lo que tenéis. Solo os lleváis el miedo, los hijos tristes sin saber qué sucede, pero viendo que estáis angustiados...
Porque me pongo en vuestro lugar y me parece tan grave la situación y me oprime tal sensación de desánimo que solo tengo fuerzas para gritar que estoy con vosotros y vosotras y maldigo a estos políticos psicópatas que han decidido invadiros y a la chusma de la OTAN que os han llevado a esta situación, que os han echado a las carreteras, a las vías, a los campos, a los refugios, a la desesperación y al caos vuestro y a vuestros hijos y os condenan a no desarrollar el proyecto de vida que cada uno de vosotros teníais.
Me duelen las noticias de vuestra situación como si fuerais rebaños que van de un sitio a otro. Que estáis con la incertidumbre de saber en qué va a terminar vuestra situación tan arriesgada. Habéis vivido bajo la bota militar de la URSS y creísteis que esta democracia era el premio a tanto sacrificio. Pero os han engañado, tanto Putin como la OTAN, pues solo se benefician los que tienen el poder. También nosotros tuvimos la dictadura de Franco y cuando murió confiamos que todo cambiaría después de tanto dolor, pero todo salió mal. Ahora nos pone en trance de que a cualquier iluminado o militar se les ocurra alguna genialidad para no perder privilegios.
Nosotros, como vosotros, ante esa invasión tenemos la esperanza de que salgáis vivos, pero no confiéis en exceso en quien os mandan ni en la OTAN y menos en Putin. Todos nos han engañado siempre. Me siento solidario con vosotros.
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