El pasado 11 de noviembre del un familiar tuvo la desgracia de caer en manos de un cirujano un poco desidioso, en el Hospital de Cruces para extraerle unos tornillos de una rodilla, con el fin de que no le produjeran más daño en dicho miembro lesionado. Desde entonces, esta persona esta peregrinando de ambulatorio en ambulatorio con el fin de que alguien dé solución a su herida abierta, pues el cirujano responsable que le hizo la operación de rodilla parece ser que se encuentra missing. El último despropósito fue el día 2 de enero, al ir a Urgencias de Traumatología del Hospital de Cruces y encontrarse con la desagradable sorpresa de que no disponían del material adecuado para hacerle la cura con la debida garantía, lo mismo que le había ocurrido en el mismo lugar días antes.Por favor desde estas páginas hago un llamamiento desesperado, a los responsables de Osakidetza, con el fin de dar solución a esta situación kafkiana, que nos tiene sumidos en la desesperación, pues el afectado se trata de una persona joven con dos hijos de corta edad.