La chatarra espacial es la zaborra del universo. Los habitantes de los millones de millones que hay en las galaxias los verán como zaborras, como vemos nosotros las zaborras del vino, del vinagre de vino, del aceite; si existe alguno en alguna parte. Ahora que cada país quiere tener su satélite de comunicaciones, que observe las mareas, las nubes y hasta novia del vecino, los chatarreros del espacio van a tener cada día más trabajo y van a tener que inventar remolcadores más grandes, porque aunque le llamemos zaborra espacial es un poco más que zaborra ya que cosas que abandonamos como el telescopio Hubble son un poco más voluminosos que una simple zaborra al uso. Habrá que nombrar Chatarrero Espacial, porque dentro de poco habrá tanta chatarra que los habitantes del universo reclamarán ante el tribunal del espacio y nos acusarán de marranos espaciales a alguien que dé la cara por nosotros y nos defienda de la guarrería que estamos montando. En definitiva, como está pasando con los mares y con los montes. Nos estamos pasando y no tenemos excusa, porque lo sabemos. Nos despreciarán y nos mandarán a hacer puñetas, porque con gente guarra no quiere estar nadie. Y habrá una tormenta solar y la humanidad volverá a la Edad de piedra y volverá a escribir en piedra, porque para entonces no existían los libros, que contaminan mucho más que lo digital; y que es lo único que permitían las leyes internacionales de la limpieza cósmica y la humanidad se inventará nuevos dioses y religiones para tranquilizar al vulgo piadoso. Amén.