Las enfermedades mentales no son un juego. No, no tienes depresión, estás triste. No, no tienes ansiedad, estás nerviosa por algo. No, no tienes TOC, simplemente te gustan ver las cosas ordenadas. En mi entorno y en el que me rodea no es difícil encontrar conversaciones donde se utilizan los trastornos mentales para expresar emociones normales, banalizando e invalidando este tipo de enfermedades, convirtiéndolas en una muletilla de final de frase. Esta clase de comentarios no hacen más que estigmatizar y restar credibilidad a este tipo de trastornos que son cada vez más comunes, sobre todo, en personas jóvenes. Las enfermedades mentales son igual de importantes que las enfermedades físicas, por lo tanto, merecen tratarse con el mismo respeto, empatía y tacto. Porque no, no tienes depresión porque te haya salido un grano.