La ex fiscal y senadora negra, Kamala Harris ha sido elegida por el partido demócrata aspirante a vicepresidenta con Joe Biden como aspirante a presidente en USA. La intervención del poder judicial en la política es un fenómeno que va calando lentamente y está provocando grave deterioro en la calidad del sistema democrático; se está convirtiendo en un espectáculo entre grotesco y una mala versión del libro sagrado Gobierno de los Jueces que parece ser el de cabecera de Marlaska, Baltasar Garzón, Dolores Delgado, Juan Carlos del Campo entre otros. Pero, además, gente de la judicatura y fiscalía sentencian sobre asuntos en los que se ventilan asuntos de contenido político como el procés o Bateragune, cuyas sentencias necesariamente provocan un grave deterioro en el terreno de la politizada justicia cuando son recurridas en los tribunales europeos y que provocan un estado de inseguridad entre los jueces y fiscales españoles, ante la imagen de justicia bananera a la opinión pública internacional. Esta invasión es un fenómeno inexplicable, pues es evidente que son incompatibles ya que las leyes operan sobre evidencias y solo existe lo que se ve, mientras que la política se mueve entre opiniones y negociaciones que requieren una gran dosis de flexibilidad.